Agradeciendo la obra de Dios en otros (parte 2)





Ahora que hemos visto las razones por las cuales es importante agradecer lo que Dios está haciendo en la vida de sus hijos que son nuestros hermanos en Crsito veamos mas detalladamente algunos de los ejemplos que nos ofrecen los apóstoles Pablo y Pedro para empezar a ver por qué cosas específicas podemos dar gracias.  De igual manera nos servirán como modelos a seguir para poder empezar a ponerlo en práctica.

Como vemos el apóstol Pablo fue un hombre que vivía agradecido con Dios y podemos evidenciar en esto en sus epístolas donde menciona allí razones por las cuales él acostumbraba agradecer a Dios.  Una de las primeras que queremos considerar es su costumbre de agradecer a Dios por la salvación de almas.  En Romanos 6:17 Pablo dice: “ Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregado”.  No nos ha de sorprender que Pablo expresara esta gratitud siendo que fue una de las razones por las cuales el mismo Señor Jesucristo dijo que había venido a este mundo.  Cristo mismo dijo: “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:36).

Dios no creo el hombre para vivir sin Él ni para vivir esclavizado por el pecado.  Lo había creado para disfrutar de la comunión con él y que de manera recíproca el hombre disfrutara de su propia voluntad de la comunión con Dios.  El pecado puso fin a esta íntima relación con el hombre y el hombre murió para Dios viviendo como nos dice en Efesios 2:2 en rebelión a Dios y en esclavitud. “De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.” (Juan 8:34)  La muerte y resurrección de Cristo le abrió al hombre la oportunidad de disfrutar nuevamente la libertad y una relación íntima y vital con Dios. 
Aquellos que reconocen a Cristo como su Señor y Salvador entonces viven en libertad y permiten que el plan de Dios de compartir su vida y disfrutar de su presencia sea cumplido.  Cuando alguien reconoce su necesidad de Cristo y llega a ser hijo de Dios y el cielo se regocija porque Dios en Cristo ha vencido y su plan y propósito para el hombre no ha sido en vano. Si Cristo con los ángeles se regocija (Lucas 15:7, 10) ¿no deberíamos entonces nosotros también darle gracias a Dios por haber vencido una vez más en la vida de uno más.

Además, si lo vemos del punto de vista humano, existen un sinfín de razones aparte de la libertad que Cristo nos da por las cuales podemos darle gracia a Dios cuando una persona reconoce su necesidad de salvación y se vuelve a Dios.  Mencionaré algunas razones aunque usted pudiera pensar en más habiendo visto lo que Dios ha hecho en su propia vida como resultado de la salvación. 

En primer lugar podemos mencionar que el hombre, cuando recibe la salvación, empieza a disfrutar de todas las bendiciones espirituales en lugares celestiales en Cristo Jesús.  (Efesios 1:3)  Ahora es hijo de Dios (Galatas 4:6) y su heredero juntamente con Cristo (Romanos 8:17).

Cómo tal el hombre, ahora en Cristo, recobra el poder mediante el Espíritu Santo para desarrollar por completo el potencial con el cual Dios le ha creado para su propia gloria.  Por más asombrosas que puedan ser las cosas que el hombre sin Cristo puede hacer, no se compara con aquello que Dios puede hacer y hará en y a través de aquellos que son sus hijos.  El potencial para hacer cosas maravillosas se multiplica aun cuando pocas veces lo vemos hecho realidad porque como hijos de Dios no nos ponemos del todo a la disposición de nuestro Dios para que Él haga lo que Él solo puede hacer.  Tenemos en las Escrituras testimonios de lo que Dios puede hacer a través de hombres que se ponen a su disposición: Daniel el profeta, José, Nehemías, el apóstol Pablo y pudiéramos nombrar más.

Además cuando el hombre entrega su vida a Cristo y recibe la salvación y vida nueva, su vida cambia.  Ya no es un hombre que vive en rebeldía a Dios y por lo tanto no está obrando contra los planes de Dios en el mundo creado, ni en la sociedad.  Cuando en verdad entrega su vida a Dios y permite que Dios obre en su vida cambiándolo de su antigua manera de vivir, deja de ser una persona que daña a su prójimo.  Ahora es un agente de Dios en el mundo que puede obrar a favor del bien de la humanidad empezando por beneficiar a los que le rodean pero con el potencial de hacer cambios importantes y duraderos en un ámbito más amplio como lo hizo William Wilberforce en Inglaterra promoviendo por años la emancipación de los esclavos hasta lograrlo, evento que desencadenó en el continente norteamericano el mismo movimiento.  Tenemos también como ejemplo a Roberto Raikes quien promovió la educación entre los niños pobres de Inglaterra estableciendo la escuela dominical y así también ayudando a abolir la explotación de los niños en ese país.

En un ámbito cotidiano, empieza a ser un padre o una madre que cría a sus hijos para gloria de Dios y busca su bienestar no abusando de ellos ni física ni mentalmente sino disciplinándolos en el amor y la amonestación del Señor. (Efesios 6:4).  Deja de ser una persona que se aprovecha de su prójimo tomando ventaja de él sino que busca de igual manera su bienestar.  Lo ama y de manera bondadosa busca su bien físico-espiritual en su totalidad (Santiago 2:15-16)  Ama a su prójimo como Cristo nos lo enseñó en la historia del buen samaritano. (Lucas 10:30-37)  En otras palabras obra en bien de la humanidad. 

No solo obra a favor del hombre sino también tiene el poder para cumplir con la encomienda de cuidar y desarrollar el potencial de la creación  (Génesis 1:28) tomando en serio la promesa que Dios ha dado de destruir a los que destruyen la tierra. (Apocalipsis 11:18)  Por lo mismo en Cristo el hombre deja de torturar a los animales que Dios ha creado, como algunos lo hacen en el nombre de entretenimiento y deporte como la pela de gallos o la corrida de toros, etc.  Cierto es que en ocasiones no vemos estas evidencias en razón de la falta de enseñanza y madures de los hijos de Dios pero el potencial existe que no existe en aquellos que nos son hijos de Dios.  Esto no es para decir que no hay personas sin Cristo que no se han hecho conscientes por la gracia providencial de Dios de la problemática que causa el pecado, pero la motivación y el efecto de sus hechos son tales con no le traen la gloria a Dios como debe de ser y sigue siendo cierto que el potencial de aquellos que están en Cristo es tal que ningún incrédulo puede alcanzar.

No sólo vemos esto, sino que también en Cristo ahora tiene la mente de Cristo como para cuidar de su creación y desarrollarla. Ejemplo tenemos de esto en las leyes del pueblo de Israel.  Dios dio un sinfín de leyes sanitarias con el fin de cuidar de la salud de su pueblo y evitar plagas y epidemias. (Éxodo 15:26;  Deuteronomio 23:13).  También tenemos como ejemplo a Salomón que por su temor de Jehová llegó a ser el hombre más sabio del mundo (1 Reyes 4:30) estudiando las distintas ciencias de su tiempo (1 Reyes 4:32-34).  A David Dios le dio la sabiduría para hacer instrumentos para alabarle (2 Crónicas 7:6).  En la construcción del Tabernáculo Dios doto a Bezaleel de la sabiduría para hacer la obra del tabernáculo en hermosura (Éxodo 36:1,2) y a hombres para tejer las cortinas (Éxodo 36:8).  No se si usted se ha detenido a fijarse porque algunas obras de orfebrería son más hermosas que otras.  En mucho tiene que ver el diseño y el cuidado con el que se hacen.  Estoy seguro que esto fue lo que Dios obró en estos hombres.  No hubo gente trabajando al “allí se va” ni de manera mediocre.  Al igual viendo los tejidos en una visita al estado de Oaxaca me enamoré de un tapete.  Al preguntar el precio me di cuenta porque.  La persona que lo había tejido lo hizo de una manera muy detallada y con mucho cuidado.  La diferencia se notaba entre todo que en el mercado se vendía.  Estoy convencido que de igual manera las cortinas del tabernáculo eran una obra de arte por encima de todo siendo que Dios dio a los artesanos la sabiduría para hacerlo.

De igual manera, Dios puede hacer lo mismo en cada uno de sus hijos en el grado en el que se someten a su dirección.  Creo que vemos pocos hijos de Dios que destacan en el desarrollo de su comunidad y de su país o en las ciencias porque pocos en verdad buscan glorificar a Dios de esta forma.  Pensamos que sólo se sirve a Dios y se le glorifica en el ámbito “espiritual” y perdemos de vista lo que se nos enseña de manera muy directa en 1 Corintios 6:20: “glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu los cuáles son de Dios.” Hemos hecho una separación entre lo “secular” y lo “espiritual” que no existe en las Escrituras. Una separación hecha por una filosofía de vida que no es de Dios.

Todo esto y más hace Dios y puede hacer en razón de la salvación que nos ha otorgado.  Por esto es que Pablo nos exhorta a glorificar a Dios tanto en nuestro espíritu como en nuestros cuerpos los cuales son de Dios porque el pagó por ellos en la cruz (1 Corintios 6:20) Imagínese el potencial que Dios ve en sus hijos. ¿No es esto motivo para agradecer a Dios? 

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