Thursday, July 28, 2016

La necesidad de hacer el llamado al servicio



Estimados Consiervos,

Que gusto me da poder saludarles de esta manera.  Dios no me dio la oportunidad de disfrutar la convención con ustedes, aun cuando si me dio la oportunidad de saludar a algunos de ustedes.  Espero que de alguna manera la convención les haya sido de bendición.

El motivo de esta carta es de animarles en la obra a la cual Dios les ha llamado.  Yo estoy convencido que no existe un mejor llamamiento que el ser llamado a difundir el mensaje tan glorioso que se nos ha encomendado de la salvación en Cristo Jesús.  

Me da tristeza, pero a la vez entiendo, cuando veo pastores que están cansados o desanimados en la obra.  Ese cansancio y desánimo es de esperarse.  Aun el apóstol Pablo sufrió cansancio. 2 Corintios 11:28: “y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias.”  Y Elias sufrió desánimo.  Sin embargo no perdamos de vista la meta a la cual hemos sido llamados.

¿Por qué menciono esto? porque a veces me pregunto si no nos conformamos con solo hacer lo que se requiere y no forjamos nuevos caminos dirigidos por nuestro Señor en razón de que pensamos que vale la pena.  “Ya lo hemos intentado tantas veces y mira dónde estamos.”  Pero también me hago la pregunta porque no veo que estemos animando a otros a enlistarse en las filas del Señor.  Cristo nos dijo que debemos rogar al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.  Junto con esto se requiere que expongamos la necesidad y hagamos el llamado en nombre de Cristo que otros se enlisten en las filas del Señor.

La idea de esta carta viene porque una hermana, que ha respondido al llamado de orar para que Dios levante más obreros para la mies y está orando para que Dios nos mande por lo menos 20 nuevos alumnos para este año que entra, me llamó esta mañana.  Me dijo, “Dios ha puesto en mi corazón que necesitamos animar a nuestros pastores a que expongan con frecuencia la necesidad de más obreros.  Ella sugería una vez al mes.  Le dije que les escribiría una carta y se los expondría, porque a mí también me preocupa la falta de pastores capacitados en México. 

Les animo hermanos que prediquen de la necesidad que existe de pastores y de la necesidad de obedecer al llamado de Cristo.  Nuestro México se está consumiendo por la violencia. La gente se está muriendo sin Cristo y nosotros tenemos la respuesta.  ¿Estaremos cómodos con nuestras iglesias como están o queremos ver más gente ganada para Cristo?  Si llegan a salvarse más almas habrá necesidad de más obreros y ¿de dónde vendrán?

Mi deseo es ver a un México y a un mundo cambiado por Cristo.  Animemos a la iglesia a cumplir con la gran comisión.  Oremos para que Dios envíe obreros a la mies.  Hagamos conocer la necesidad.

Dios les bendiga grandemente en esta obra tan preciosa a la cual Él nos ha llamado.